miércoles, 26 de agosto de 2015


Narración de un día de trabajo

Gregorio trabaja para la Delegación Estatal en Tabasco de PROSPERA Programa de Inclusión Social; su jornada laboral comienza a las 7:00 am, mientras viaja del municipio de Cunduacán hacia Villahermosa, rumbo a su centro de trabajo, va leyendo uno de los diarios que circulan por el estado; esto le facilita un poco las cosas, porque al llegar a la oficina, entre 7:40 y 8:00 am, le esperan cuatro diarios más que debe revisar para elaborar una síntesis informativa, y posteriormente enviarla por correo electrónico a la secretaria del Delegado estatal y ella la hace llegar a quienes corresponda.
Para realizar dicha tarea, nuestro conocido emplea de 30 a 40 minutos, cuando finaliza se prepara una tacita de café y revisa que su veterana pero fiel cámara fotográfica tenga carga y espacio suficientes, así como su teléfono celular, porque a las 9:00 am empieza la verdadera acción.
Hoy el recorrido es por el municipio de Tacotalpa, concretamente a una comunidad llamada Tapijulapa, situada a 82 kilómetros de Villahermosa, en la región serrana tabasqueña, entre cerros verdes, mucha vegetación y un río que atraviesa el poblado, en el que se nota cierta actividad turística al ser denominado “Pueblo Mágico”.
Sus casas blancas con tejados rojos, sus calles empedradas y angostas, su iglesia centenaria, las artesanías de madera y mimbre que se exhiben en varios talleres en pleno centro del poblado y en general, el ambiente de tranquilidad que se percibe, dan la impresión que sus habitantes viven sin mayores apuros.
Sin embargo, al adentrarse en la sierra, dejando atrás el pueblo y llegando a los caseríos de la periferia, se puede notar que no todas las familias se encuentran en una situación económica desahogada, y es precisamente en estos lugares que se desarrolla la actividad de nuestro amigo.
Olvidaba mencionar que en esta ocasión viaja en compañía de Marcela, la jefa del departamento de supervisión de la Delegación, y quién tiene la misión de recabar información acerca del trato que han recibido las beneficiarias de ‘Prospera’ por parte de los compañeros de trabajo que deben atenderlas regularmente.
El trabajo a Gregorio le resulta bastante sencillo pues se trata de tomar fotografías de lo que sucede durante las entrevistas con las personas que eventualmente son contactadas, sus hijos y nietos, animales en caso de tenerlos y si lo permiten, hacer tomas dentro y fuera de sus viviendas, en fin, de todo el entorno que rodea a las familias y que brinden un panorama de sus condiciones de vida.
Si es posible también graba algunos minutos de video, cuando las entrevistadas acceden a dar su testimonio, principalmente sobre cómo les va, si los apoyos recibidos realmente les han sido de utilidad o si tienen algún mensaje para las autoridades responsables del programa.
La duración de estas actividades varía en función del número de entrevistas que vayan a realizar, pero en promedio cada una se lleva entre 45 minutos y una hora; y se hacen dos o tres entrevistas por día. Al concluirlas, aproximadamente a las 2:00 pm, pasan a comer en algún establecimiento sobre la ruta, con la única condición de que allí emitan facturas, para poder comprobar los viáticos asignados para llevar a cabo la comisión.
Ya de vuelta a las oficinas, más o menos a las 4:00 pm, el protagonista de esta historia debe hacer su reporte de actividades, clasificar el material recabado y seleccionar tres o cuatro imágenes, para hacer un envío a las oficinas centrales, en la Ciudad de México; además de hacer lo propio para el acervo de la delegación tabasqueña.
Alrededor de las 6:00 pm Gregorio emprende el regreso a casa, lleva por compañeras la tranquilidad del deber cumplido y la satisfacción de estar realizando una actividad que le agrada y por la que además le pagan.

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